miércoles, agosto 08, 2007

Como medusas danzarinas.


Esta fotografía la hice el pasado mes de septiembre, durante un viaje que emprendí con un buen amigo para visitar la ruta daliniana de Girona. Cadaqués estaba muy hermosa, tranquila, escondida, sus aguas invitaban a un baño de fin verano. Cuando llegamos, yo tenía la idea que de un momento a otro vería pasear por su puerto a Dalí ataviado con unas viejas alpargatas ampurdanesas y un bañador, pero no fue así, me tuve que conformar con la cristalina visión de este animal junto con otras muchas más vistas agrestes, a la vez que apacibles de este pueblo costero. Esta mañana, al levantarme, lo hice con la imagen de la medusa grabada en mis retinas. Adormilada me aseaba y me preparaba para salir de casa y no podía dejar de pensar en esa medusa opaca danzando tranquila y parsimoniosamente por los horizontes que había hecho propios. Las noticias en la radio tintineaban en mis tímpanos, el tripartito, Irak, las gasolineras y el biodiésel, lluvias en todo el país... Y la medusa iba de mi retina a la taza de té y de ésta al cepillo de dientes. Era miércoles y como tal me esperaba un día de exilio casero repartiéndome entre el museo y la facultad, así mis dieciséis horas de luz diurna de este día de agosto gris y algo fresco. Pero ella seguía tranquila por sus traslúcidas aguas, sin prisa que la distrajera de su paseo y sin calma para seguir avanzado por su camino acuoso y así se me representaba una y otra vez.

Ya fuera, en la calle, yo miraba pero no veía medusas tranquilas y pasmosas, al contrario, había bullicio de personas que iban y venían, atareadas por no demorarse en sus trabajos o quehaceres matutinos. Al verlas me daban ganas de acercarme y preguntarles '¿le gustaría ser una medusa?' y, a continuación, me sonreía porque imaginaba la cara de asombro de los interrogados y adivinaba cuáles podrían ser sus opiniones. Seguí caminando y también seguí pensando, pensaba que nos resultaría mucho más fácil comenzar las arduas jornadas si imagináramos más, si inventáramos una realidad diferente en donde todos podríamos ser perfectamente animales marinos transcurriendo lánguidamente por las tranquilas, frías, bravas, turbias, cálidas o ácidas aguas que a cada cual nos ha tocado vivir. Inventando una realidad menos fría, cruel, gris, deshumanizada, alienante o simplemente terrorífica como a la que nos aboca todas las mañanas las noticias de los media.

Dejamos de lado valores importantes, a los cuales no concedemos el poder que realmente tienen y por eso cuando nos descubrimos imaginando cosas, como me pasó esta mañana, nos avergonzamos, nos escondemos, nos hacemos culpables de haber jugado con las palabras, con la imaginación pero, no nos sentimos culpables de permitir todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor y en el mundo, no nos sentimos autores de todas esas ignominiosas cosas porque al fin y al cabo ya votamos cuando hubo elecciones y dejamos la responsabilidad en manos de quien creíamos que nos iban a representar dignamente. Todo iba bien esta mañana y así lo quise porque en el metro, en la calle, en el trabajo, en las salas... en todos esos sitios, hoy, había medusas. Todos éramos cotylorhiza tuberculata. Y jugábamos, sí. Como medusas danzarinas.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy un organismo pelágico, de cuerpo gelatinoso, con forma de campana de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca en su extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células urticantes llamados cnidoblastos. Me caracterizo por mi movilidad, variabilidad y mi mesoglea gruesa. Me reproduzco merced al siguiente proceso: del mis huevos (de medusa) se libera una larva llamada plánula pelágica en forma de pera y completamente ciliada que, cuando encuentra un sustrato apropiado, se fija y se transforma en un pólipo asexual; los pólipos producen medusas sexuadas que cierran el ciclo.

Para desplazarse por el agua me impulso por contracciones rítmicas de todo mi cuerpo; tomo agua, que ingreso en mi cavidad gastrovascular, y la expulso, usándola como "propulsor".

¿Quién quiere ser como yo?

Angie dijo...

Sean, por favor, sean. Cotylorhizacicemos el mundo.